jueves, 27 de mayo de 2010

LA VERDAD VENDADA

Y ahora me encuentro encerrado en un callejón sin salida, sin saber que decir, ¡¡vaya contradicción!! Aunque me viene al pelo, es decir, es mucho mas peligrosa la autocensura que nos imponemos a diario nosotros mismos que la censura que llega del poder.

De ahí, que en muchas ocasiones no sepamos que decir. A menudo eso es autocensura, tenemos miedo a decir ciertas cosas fuera de lo políticamente correcto. Y este fenómeno esta cada vez mas impuesto por los medios de comunicación que son los actuales censores, dejando espacio a lo que ellos quieren y dejando fuera lo que no les conviene.

Esa es la censura moderna, parece que no existe pero ahí esta, parece que se puede decir lo que quieras, ¿pero donde lo haces?.

Nos han metido en un mundo que lo que no aparece por TV, no existe. Maldita censura y putos censores.
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Ghetto Corp es uno de esos fenómenos que intenta luchar contra los molinos mediáticos cultivando un espacio sin censura. Eso significa que los temas se votan entre nosotros y luego cada uno escribe lo que quiere sobre ese tema. Lo cuelga y ahí se queda. NUNCA criticamos lo que un compañero plantea mas allá del cachondeo y mofa lógica de un proyecto entre amigos, eso es precisamente la libertad de expresión y no esa pantomima de que eres libre pero para decir lo que el medio imponga. Eso es censura, y tal vez más peligrosa que si fuera papa estado el que lo provocara, porque esto conduce sin remedio a la auto censura.

¿Y no será el papa estado el que se ha inventado esto de la libertad de expresión para precisamente joder la libertad de expresión espontánea y colectiva?

Me gustaría acabar con un ejemplo: Hace unos días un político y concejal que en nombre de la libertad de expresión, grito a la pareja de príncipes herederos, fue detenido. Lo cual le ha causado, además de unas lesiones leves, una indignación total. Ahora resulta que su partido aprueba una ley para dejar fuera del juego democrático a miles de ciudadanos euskaldunes, tratándoles como terroristas, al mismo tiempo que les obligan también a comportarse como ciudadanos a la hora de pasar por caja. Y usted Sr. Concejal, tan solo se ha indignado cuando le han retirado a usted la libertad de expresión de la que gozaba. ¿Y que pasa con los demás? ¿No se indigna?
El consejo: Cuando a un mata-toros le mata un toro, es un hecho para celebrar.

Seguro que usted, que es un tío inteligente, lo entenderá. La pena que me queda es que estoy seguro de que mis letras a pesar de ser voladoras, no le van a llegar porque se encuentran en Ghetto Corp, que es un espacio donde hay libertad de expresión y usted por lo que veo no frecuenta esos lugares.

El final del final, una moraleja: Da igual si son dictadores bajitos, prensa escocida o políticos alumbrados, detrás de la mentira esta la manipulación, que es la antesala para la censura. Y detrás de esto, siempre esta el dinero, el jodido dinero.

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