martes, 2 de febrero de 2010

La década cósmica

En la época que siguió a la Segunda Guerra Mundial, en lo que se conoce como la Era Atómica, podemos empezar a darnos cuenta de la importancia del rápido desarrollo del cine de ciencia ficción y una de las propuestas más candentes de Hollywood serían las películas sobre extraterrestres.

Ya en 1953, la televisión empieza aser un rival de entidad para el cine y para competir con ella, se crean los films en 3 dimensiones (si amigos, el Imax del Maremagnum no fue de los primeros cines en 3d), que tendría un éxito considerable durante un tiempo, hasta la llegada del Cinemascope. Las primeras pelis que pudieron disfrutar fueron, Invasores de Marte, Los crímenes del museo de cera y también La guerra de los mundos.



En general, el cine se ocupó de temas bastante ambiciosos: invasiones extraterrestres, varios tipos de lluvias radioactivas producidas por pruebas nucleares o a la guerra atómica y la exploración espacial. El contenido de muchas de esas películas de comienzos de la guerra fría no parecen ofrecer mayor complejidad ideológica de la que se podía encontrar en los programas de televisión de la época. Las mejores películas demostraron que la ciencia ficción podía ser un vehículo importante para articular las ansiedades culturales. Por ejemplo, El enigma de otro mundo (1951), Ultimátum a la Tierra (1951), La guerra de los mundos (1953), Invasores de marte (1953) y La invasión de los ladrones de cuerpos (1956) parecen ser un acompañamiento natural a la ola de avistamientos de ovnis (como me gusta esta palabra) de finales de los años 40 y principios de los 50 del siglo XX. También nos proporcionan un revelador barómetro del turbulento clima político de la época.

Me gustaría hacer un apunte sobre una de las avistaciones más relevantes de finales de 1940. Kenneth A. Arnold (29 de marzo de 1915 - 16 de enero de 1984) fue un piloto privado de Boise, Idaho, Estados unidos, quien reportó que el 24 de junio de 1947, había visto nueve objetos "en forma de medialuna" volando mientras piloteaba su avión privado cerca de Mt. Rainier, en el estado de Washington, Estados Unidos.


También los describió en forma de "boomerangs", y dijo que su movimiento era similar a un platillo saltando (o rasando) cuando es arrojado de forma plana a través de la superficie del agua. Los medios informativos simplificaron el movimiento descrito por Arnold en un encabezado que llamara más la atención: "PLATILLOS VOLADORES".

Y ahora sí que me gustaría poneros en bandeja algunas de las películas que os he comentado y que considero que son geniales. Me centraré en la década de los años 50, por esto de que el género todavía era original.... Aunque hay un film que tengo que comentaros que fue muy importante para mí y que estoy seguro que guardareis fantásticos recuerdos de ella; buen provecho.

Ultimátum a la Tierra. The day the Earth stood still, 1951 de Robert Wise.





Un OVNI llega a La Tierra y aterriza en Washington D.C. causando pánico y terror entre sus habitantes. Ante esta inesperada situación se moviliza al ejército que, desconociendo la intención de sus tripulantes, acaba rodeando a la nave espacial ante una posible hostilidad por su parte. De la nave sale un extraterrestre llamado Klaatu (Michael Rennie) y les hace saber que vienen en paz. A pesar de su buena voluntad Klaatu es herido por el ejército y llevado posteriormente detenido a un hospital militar para interrogarlo.
Primera y brillante incursión cinematográfica del prestigioso Robert Wise en el género de la ciencia-ficción en base a una historia de Harry Bates, la cual nos relata la llegada de un emisario de origen extraterrestre que arriba a La Tierra para advertir a todos sus habitantes y a sus respectivos gobiernos de las terribles consecuencias de su descontrolada escalada y expansión nuclear por el espacio exterior.
Por tanto hay que decir que “Ultimátum a la Tierra (The Day the Earth Stood Still)” es sin duda todo un clásico de género que se filmó en plena guerra fría y que a diferencia del resto de las producciones de aquella época tuvo la idea original de mostrar lo benigno y sociables que pueden llegar a ser nuestros vecinos los extraterrestres, algo que no volvería a suceder hasta veinteiséis años después, cuando Steven Spielberg estrenó “Encuentros en la tercera fase” en 1977.

La guerra de los mundos. The war of the worlds, 1953 de Byron Haskin.




Un extraño meteorito cae muy cerca de una localidad norteamericana. Sus sorprendidos pobladores se acercan al lugar del impacto y se percatan del asombroso tamaño que posee.
La curiosidad que sienten los habitantes así como el Dr. Clayton Forrester (Gene Barry) y Sylvia Van Buren (Ann Robinson) por el meteorito es tal que pronto se dan cuenta de que hay algo dentro que escapa a toda lógica sobre el extraño fenómeno, una sospecha que se ve confirmada cuando del mismo meteorito estrellado sale un arma mortífera que acaba matando a tres de las personas que lo estaban vigilando.
Primera adaptación cinematográfica de la novela del mismo título de H.G. Wells, considerada como el máximo exponente del terror rojo a la guerra fría de aquellos tiempos y a su vez una película de enorme impacto, comparable a la celebre y polémica versión radiofónica de Orson Welles el día de Halloween, que en el año 1938 causo pánico a gran escala en la sociedad norteamericana al simular un supuesto ataque real por parte de los marcianos. Me encanta, esta historia que se montó Welles la verdad es que no tiene desperdicio!.

La invasión de los ladrones de cuerpos. Invasion of the body snatchers, 1956 de Don Siegel.




Miles Bennel (Kevin McCarthy) es un doctor de una pequeña localidad de California llamada Santa Mira. Cuando es requerido para que retorne a la villa abandonando un congreso médico comenzará a percibir situaciones muy extrañas.
Un niño no parece reconocer a su propia madre y su amiga Wilma (Virginia Christine) duda sobre la identidad de su tío. Miles, con la ayuda de Becky (Dana Wynter) comenzará a investigar estos raros asuntos.
Una obra clave de Don Siegel y todo un clásico de la ciencia-ficción cinematográfica basado en la novela escrita por Jack Finney, quien fijando los hechos en una ocupación corporal por parte alienígena desenvuelve una alegoría sobre la deshumanización y la intrusión ideológica en una acomodaticia comunidad, habitantes de una época marcada por la paranoia anticomunista del senador Joseph McCarthy, a quien se critica con el ambiente arbitrario del poder, que acosa a la gente con autonomía de pensamiento y ausente de la insensibilidad permanente en un pueblo conformista.

Encuentros en la tercera fase. Close Encounters of the Third Kind, 1977 de Steven Spielberg.



En el desierto de Mojave una agencia secreta gubernamental se encuentra con unos aviones pertenecientes al vuelo 19 que desapareció en 1945. Al mismo tiempo un vuelo comercial se topa con un objeto volador no identificado que no deja de acosarle.
Por todas partes están sucediendo extraños fenómenos pero el gobierno de Estados Unidos logra averiguar dónde van a aterrizar los visitantes y prepara una operación secreta y de encubrimiento dirigida por el Sr. Lacome (Francois Truffaut). Un grupo de personas que han estado cerca de ellos, como Roy Neary (Richard Dreyfuss), reciben una visión del lugar donde va a realizarse en encuentro con los visitantes.
La historia de “Encuentros en la tercera fase (Close encounters of the Third Kind)” desarrolla el primer contacto amistoso de una agencia gubernamental con unos alienígenas haciendo uso de las notas musicales de los instrumentos como medio de comunicacación.
Al mismo tiempo relata un drama acerca de cómo un padre de familia nada ejemplar acaba finalmente por perderla debido a una visión que recibe tras su fugaz contacto con los OVNIS, y su obsesión por averiguar la verdad de lo que ha visto, intentando buscar respuestas sobre la intención de los visitantes para posteriormente embarcarse como un voluntario más en un viaje de intercambio. También la de una madre que recibe esa visión, con los alienígenas secuestrando a su hijo para posteriormente devolverlo en el lugar donde acabaran por reencontrarse de nuevo.
Ahhh, que bien me siento después de recordar esta fantástica película. Excelentes efectos especiales de Douglas Trumbull, recreando de manera magistral la llegada de la nave nodriza, un colorista espectáculo de pirotecnia visual francamente insuperable.

Escrito por Callaway.

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